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Se
ha extendido de forma viral en Internet (sobre todo en lengua inglesa, pero
recientemente también en español) un fenómeno peculiar: el "desafío de
Charlie Charlie", que para muchos es un juego de iniciación al espiritismo
que se hace con dos lápices y un papel y para otros una tontería para asustar
adolescentes (las dos categorías no se excluyen mutuamente).
Lo
específico del fenómeno, distinto a los juegos con ouija de los años 70, es que
a muchos jóvenes les parece que lo mínimo que se puede hacer es intentarlo,
filmarlo y colgarlo en internet .Otros muchos publican parodias, tutoriales o
críticas.
La
primera versión del juego se ha encontrado en vídeos de enero de 2015, aunque
ha sido en mayo cuando se ha disparado por Twitter, Facebook, Whatsapp y otras
redes sociales. "En 48 horas, el hashtag #charliecharliechallenge ha sido
utilizado por más de dos millones de usuarios en las redes", detallaba
hace pocos días un artículo de Miguel Cuartero en la versión italiana de
Aleteia.
Dos
lápices y un papel
El
juego consiste en escribir en un papel las palabras "sí" y
"no" y colocar encima dos lápices cruzados (en posición inestable,
que cualquier corriente o movimiento discreto podrá mover). Entonces se
preguntan cosas a "Charlie", y el lápiz oscila "misteriosamente"
hacia el "sí" o hacia el "no". Por ejemplo: "¿Charlie,
Charlie, aprobaré el examen?" o "Charlie, Charlie,¿estás ahí?"
¿Quién
es "Charlie"? Se repite de web en web que es un "espíritu
mexicano" (algunas webs cristianas prefieren decir "un demonio
mexicano"), aunque no está claro que los espíritus o demonios tengan
pasaporte ni nacionalidad y muchos señalan que "Charlie" no suena a
nombre mexicano.
Por
otra parte, antes de enero de 2015 no parece haber nadie en México (ni fuera de
México) que hubiera oído hablar del juego. María Elena Navez, una periodista
mexicana de BBC, ha desmentido cualquier relación entre "Charlie
Charlie" y cualquier tradición de su país.
Algunos
proponen, como señalaba el ya mencionado artículo de Miguel Cuartero en
Aleteia, que el "vocabulario" y la imaginería parece influido por la
masacre de dibujantes de Charlie Hebdo en París el 7 de enero de 2015, con los
carteles de "Je suis Charlie" por televisiones y pantallas digitales,
acompañados del emblema de los lápices. Fue entonces cuando aparecieron las
primeras escenas del juego.
El
juego, el reto, el miedo...
Hay
también quien ha recordado que los juegos adolescentes de miedo (y en este caso
de adivinación casera) siempre han existido, aunque en este caso se mezcla su
formato extremadamente sencillo (muchas menos opciones que en una ouija, que
usa letras y números) con el fenómeno de grabar y colgar en la red. La palabra
"challenge" (reto) en el "Charlie Charlie challenge"
recuerda al "reto del cubo de hielo" (gente que se mojaba con agua
helada y lo colgaba en Internet) y a algo tan adolescente como retar "a
ver si te atreves" a explorar algo que "da miedo".
La
prensa anglosajona (y también la italiana) en vez de minimizar el asunto le ha
dado gran cobertura porque es un tema que genera una curiosidad morbosa y es
especialmente rentable en internet, al atraer lectores y visitas. La prensa en
lengua española ha tardado más en subirse al carro.
Una
ocasión pastoral
Para
algunos sacerdotes la "moda" ha servido para plantear entre los
jóvenes el tema de la atracción por la adivinación y el ocultismo y sus
peligros.
Por
ejemplo, el padre Stephen McCarthy, capellán de un colegio católico de
Filadelfia, ha escrito una carta a los estudiantes con este texto: "Me he
enterado de la existencia de un juego muy peligroso difundido en las redes
sociales que anima abiertamente a los jóvenes más sensibles a evocar demonios.
Quisiera recordaros que no existe una forma de "jugar inocentemente"
con los demonios. Por favor, aseguraros de no participar y animad a otros a
evitar la participación también. Entiendo cuanto pueda tentar la curiosidad,
pero el problema de abrirse a la actividad demoníaca es que abre una ventana de
posibilidades que no se cierra con facilidad. Si queréis experimentar algo
convocando realidades espirituales, ¿puedo recomendaros la Misa o el Rosario? Creo que a
lo largo encontrareis estas alternativas más seguras y gratificantes. Gracias
por vuestra comprensión sobre este tema tan importante. Qué Dios nos bendiga y nos proteja con la
ayuda de nuestro ángel de la guarda".
El
arzobispo emérito de St. Louis, Robert Herman, ha pedido a los padres que no
dejen a sus hijos jugar a "Charlie Charlie". “Prohibidlo a vuestros
hijos, avisadles de sus peligros. Esto no es sólo un juego inocente, esto es
abrirtu espíritu a espíritus malignos que pueden causarte un gran mal", ha
afirmado en declaraciones recogidas en la prensa norteamericana.
En
sus libros y entrevistas, el exorcista italiano Gabriele Amorth ha advertido a
sus lectores contra los rituales de adivinación y espiritismo. Según el padre
Amorth, además de riesgos psíquicos naturales como el ansia, estrés o la
aprensión se corren riesgos de naturaleza espiritual si se produjera una
intervención demoníaca, atraída por la invocación.
También
hay quien toma el tema con humor. En una web escéptica una comentarista jocosa
comentaba que "antes para invocar al demonio se necesitaban rituales,
vestiduras, sangre de virgen, cristales raros... ¿y ahora basta con un papel y
dos lápices?" Otros escépticos señalan las muchas formas de mover un lápiz
inestable y preguntan qué pasa si se escriben tonterías absurdas en el papel y
el lápiz da respuestas graciosas o bobas.
Lo
que dice el Catecismo sobre adivinación y espiritismo
Párrafo
2116: Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a
los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que
equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir (cf Dt 18, 10; Jr 29, 8). La
consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de
presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums”
encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los
hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos.
Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso,
que debemos solamente a Dios.
Párrafo
2117: Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende
domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder
sobrenatural sobre el prójimo —aunque sea para procurar la salud—, son
gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más
condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro,
recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también
reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o
mágicas. Por eso la Iglesia
advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas
tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la
explotación de la credulidad del prójimo.
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