Las
hermanas de un monasterio indican que tras el deber cumplido ahora ‘respiran
con tranquilidad’.
02
de julio de 2015
Las
600.000 obleas finas, blancas y redondas que representan el Cuerpo de Cristo en
la Eucaristía ,
elaboradas por las hermanas del Monasterio Madres Carmelitas Descalzas, están
listas para su distribución en la misa que oficiará el papa Francisco el 9 de
julio, en la ciudad de Santa Cruz.
En
el municipio de La Guardia ,
al oeste de la capital oriental, cuatro hermanas Carmelitas y un grupo de diez
personas contaron que “ya respiran con tranquilidad” después de haber concluido
las 600.000 hostias que serán repartidas por 3.500 sacerdotes desplazados en la
rotonda del Cristo Redentor, donde el Santa Padre celebrará la única liturgia
en el país. Para las 600.000 obleas se utilizaron 15 quintales de harina y una
gran cantidad de agua.
La
hermana María José recordó que el entusiasmo y la alegría por la presencia del
Pontífice superaron el cansancio natural por la elaboración de miles de
obleas. El grupo pasó entre 12 y 16
horas por día en medio de la harina, el agua y los elementos principales para
las hostias. Con el deber cumplido, las hermanas terminaron ayer de empacar las
últimas cajas para entregar el total.
“Aquí
terminamos de embalar las cajas para que las personas de la comisión de
liturgia las trasladen a Santa Cruz. Fue un gusto haber trabajado para el
Obispo de Roma, se aportó con un granito de arena en la organización de su
visita. El sacramento será importante en la misa”, dijo la religiosa María José.
María
Luisa, de 90 años, es una de las hermanas que permanece desde la fundación del
monasterio, hace 50 años. Ella participó en la selección de las obleas para su
embalaje y su experiencia sirvió de mucho, según detalló el grupo. Sobre su
asistencia a la misa, las Carmelitas indicaron que no tienen conocimiento sobre
la tarea que se les encargará en la visita papal, del 8 al 10 de julio.
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