Es una
ingente multitud de ermitaños, monjas contemplativas, frailes, religiosas de
vida activa, miembros de institutos seculares y laicos afiliados a la Orden del
Carmen, que se han santificado en su propia vocación, dentro de esta gran
familia. Algunos han sido beatificados o canonizados. Otros permanecen
desconocidos para los hombres, pero vivos para Dios, en cuya presencia están.
Todos ellos se han esforzado por vivir en obsequio de Jesucristo, imitando a la
Virgen María, según el espíritu de la Regla carmelitana. Estos hermanos y
hermanas que nos han precedido en la familia del Carmelo y que ya han alcanzado
la meta que nosotros, un día, esperamos compartir, interceden por nosotros ante
Dios y son un estímulo en nuestro camino de fe.
Carmen de
nuestra Señora,
al
despuntar la alborada,
canta
música callada
en tu
soledad sonora.
Hoy los
carmelitas santos
nos dan a
la amanecida
sus
ideales de vida
a cambio
de nuestros cantos.
Teresa
con su sencillo
Camino de
perfección
nos guía
por la oración
y
virtudes al castillo.
Desde el
eterno horizonte
san Juan
de la Cruz enseña
dónde
llega quien se empeña,
por la
subida del monte.
Nimbada
de la fragancia
de sus
rosas, Teresita
a
seguirla nos invita
por el
camino de infancia.
Los
santos que en soledad
fueron de
Dios por entero
nos
descubren el sendero
que va a
la interioridad.
Los que
emularon el celo
de Elías
y de Teresa
nos
convocan a la empresa
misionera
del Carmelo.
Tributemos
homenaje
de amor a
la Trinidad
que hizo
a María heredad
y honor
de nuestro linaje. Amén.
Oración colecta. Te pedimos, Señor, que nos asistan con su protección la Santísima Virgen María, nuestra Madre, y la de todos los Santos de la familia del Carmelo, para que, imitando con fidelidad sus ejemplos, sirvamos generosamente a tu Iglesia con la oración y la vida apostólica.
Oración de los fieles. Aleccionados por el ejemplo de todos nuestros hermanos, los Santos del Carmelo que hoy interceden por nosotros, elevemos nuestras súplicas por las necesidades de la Iglesia. * Por los fieles de la Iglesia, para que se acreciente en ellos el espíritu de oración y de amor que han recibido en el santo bautismo, roguemos al Señor.
* Por las personas de buena voluntad para que no les falte nunca el pan cotidiano y el alimento de la Palabra de Dios, roguemos al Señor.
* Por la Orden del Carmen que hoy contempla en sus hermanos del cielo un modelo cumplido de su vocación en la Iglesia, para que fiel a las mociones del Espíritu y al carisma de sus orígenes se renueve conforme a las exigencias de la Iglesia de hoy, roguemos al Señor.
*Por nosotros, que en la celebración eucarística somos asociados a la comunión de los santos, para que sigamos con generosidad sus ejemplos y lleguemos a la santidad que Dios nos ha señalado, roguemos al Señor. - Escucha, Señor nuestras plegarias por la intercesión de la Virgen María, modelo de santidad y Madre de los Carmelitas, y haz que siguiendo el ejemplo de los Santos del Carmelo, dediquemos nuestras vidas a la extensión de tu Reino.
Oración sobre las ofrendas. Concédenos, Señor, la gracia de conformar nuestra vida al sacrificio redentor que celebramos en la fiesta de todos los Santos del Carmelo, para ser en el mundo testigos de tu presencia salvadora y experimentar el gozo de la felicidad verdadera.
Oración después de la comunión. Nos has instruido, Señor, con las palabras de Cristo, maestro y modelo de santidad, y nos has alimentado con su carne, verdadero pan de vida; haz que imitando los ejemplos de los Santos del Carmelo, sepamos contemplarte con él, y, como él, entreguemos la vida por amor de nuestros hermanos.
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