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Redacción Cultura - Los Tiempos - 11/10/2014
El
libro “El Monasterio de Santa Teresa en Cochabamba”, que reúne textos de varios
autores, entre ellos de monseñor Tito Solari, del doctor Edwin Claros, del
sacerdote Armando R. Sejas y de los arquitectos Carlos Lavayén, Mario Moscoso y
Juan Carlos Calderón, será presentado mañana a las 19:00 en la Universidad Católica
Boliviana (UCB), en su Campus de Tupuraya.
“Al
celebrarse el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, el
Monasterio Carmelita en Cochabamba cumple 250 años y al ser declarado
patrimonio de la ciudad y del Estado Plurinacional, se quiso compartir esta
riqueza con todos”, dice Armando R. Sejas sobre el origen de esta publicación,
enriquecida con notables fotografías.
“El
Monasterio de Santa Teresa en Cochabamba” ha sido editado por la Universidad Católica
Boliviana, institución que ya ha realizado dos publicaciones anteriores
relacionadas con templos de La
Paz.
De
ese modo, esta nueva obra –que comenzó a ser trabajada en abril pasado–,
responde a la iniciativa de los padres Carmelitas y cuenta con el apoyo de
monseñor Solari y monseñor Jorge Herbas, y el impulso de todos los miembros de la Junta Directiva de
la Universidad
Católica Boliviana.
“El
maestro Carlos Rosso, director de Cultura de la UCB de La
Paz , es el encargado de organizar la publicación, con la
ayuda del doctor Edwin Claros, que escogieron a las personas especialistas de
este patrimonio”, dice Armando R. Sejas
Los
autores
“Desde
mi llegada a Cochabamba como obispo coadjutor, una de las obras que más me
impactó fue el convento de Santa Teresa. Lo que me impresionó fue la magnitud
de la obra y las condiciones físicas en que se encontraba: el deterioro en los
ambientes y en la estructura (…) Pero también me impactó la comunidad de
Carmelitas, por la fuerza de su espiritualidad vivida en condiciones de pobreza
y austeridad”, dice monseñor Solari.
“Una
de las formas de entender una obra de arquitectura es revivir los pensamientos que
impulsaron las maneras de construir de la época, es observar con detenimiento
algunas evidencias de detalles constructivos, intervenciones, modificaciones
que la obra tiene; es como interpretar los contenidos de las palabras de las
páginas de un libro comparadas con el contenido de otro, escrito en otra época
posiblemente con otros criterios o estilos”, señala por su lado Mario Moscoso.
“El
mérito relevante de este monumento nacional radica tanto en la persistencia
original y auténtica de gran parte del conjunto arquitectónico que no ha
sufrido transformaciones significativas y en la morfología única de la iglesia
polilobulada, que pese a no haber sido concluida de acuerdo al proyecto
original, representa uno de los escasos ejemplos de planta barroca en América”,
destaca el arquitecto Lavayén.
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