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A pesar de los siglos transcurridos desde que Teresa de Jesús vivió entre nosotros (1515-1582), su vida, su quehacer, y más aún su pensamiento, siguen siendo de permanente actualidad, como lo reconoció Pablo VI al proclamarla Doctora dela Iglesia
(1970), recogiendo el clamor popular y el sentir de los estudiosos de la
espiritualidad.
A pesar de los siglos transcurridos desde que Teresa de Jesús vivió entre nosotros (1515-1582), su vida, su quehacer, y más aún su pensamiento, siguen siendo de permanente actualidad, como lo reconoció Pablo VI al proclamarla Doctora de
Y
nada mejor para comprobarlo que acercarse a sus escritos, en los que todavía
late su espíritu y se adivina su presencia y, lo que es más, se percibe
palpable y caliente aún su relación con Dios, el Señor a quien consagra su vida
y con el que entabla un diálogo permanente a través de la oración. Oración que
al final resulta ser el eje central de su vida y de su espiritualidad.
Estas
conferencias presentan sus escritos esenciales. Pero a decir verdad, y usando
el propio lenguaje de Santa Teresa, si algo pretenden estas páginas de sus
escritos esenciales es «engolosinar» al lector. Es decir, que la lectura de
estas páginas suscite el deseo de conocer y saborear en su totalidad los
escritos teresianos y dejarse guiar por su jugosa espiritualidad.
P.
Alfonso Ruiz Calavia, nacido en Soria España . Carmelita descalzo. Escritor,
Director de la revista de espiritualidad Monte Carmelo de Burgos.
Es
estudioso de la espiritualidad de Santa Teresa, que ha divulgado como formador de
las nuevas generaciones de carmelitas teresianos y como autor de artículos y
libros. Entre estos últimos, cabe destacar: Anécdotas
Teresianas; Así era Teresa; Desde el Carmelo Teresiano, San Juan de la Cruz , maestro de oración y Camino de Perfección, Para
lectura y reflexión en grupo
IMPORTANCIA
DEL V CENTENARIO
Si
un centenario tiene sentido hoy en día en nuestro mundo, entre tantas cosas, es
precisamente para eso, de una manera de revivir la figura que tratamos de
recordar y sobre todo cuando esa figura tiene un mensaje tan vivo tan actual,
tan amplio, como es Santa Teresa de Jesús. Nos da la oportunidad de conocer más
a esta figura que fue: Mujer, Reformadora, Escritora, Doctora y Santa.
EL
MENSAJE DE TERESA AL MUNDO DE HOY
De
detenerse en su mensaje, parece que no gusta mucho a la gente, y precisamente
porque no gusta, es el índice mejor de la necesidad de hacerlo de detenerse
para aprender y para escuchar estas palabras que durante siglos han dado luz y
orientación a tantas personas. Por tanto el no quererlas escucharlas, el no hacer
la pausa de vida para escucharlas, sería una negligencia que se vuelve contra
el que la usa.
EL
MENSAJE DE SANTA TERESA
Las
palabras con la que ilumino el Señor a Santa Teresa, en aquel momento hace 450
años, y con las que le anuncio y predijo, solo Dios puede hacerlo, que sería
una estrella; que quiere decir un gran resplandor, pues ahí está la historia
para acreditarlo, la estrella que da esplendor no está en los muros de un
convento, en la presencia inamovible de una comunidad. En cuanto el mensaje el
de ahondar en esa relación, en ese descubrimiento de la cercanía de Dios que
tanto puede acompañarnos en nuestra vida y puede ayudarnos.
IMPORTANCIA
DE LA ORACIÓN
Nuestra
peregrinación espiritual no puede teñirse a la simple lectura, de la misma manera
que la santa cuando escribe tiene una intención última que es la de
engolosinar, contando el relato de la experiencia que ella ha tenido para que
otras personas se estimulen a recorrer el mismo camino y ella nos garantiza que
Dios va al encuentro de cualquier persona que ha salido a su encuentro, el
camino y la oportunidad es la oración. Cuales sean las dificultades de la
oración, la misma santa las plantea cuando nos habla del primer grado de
oración y siempre está en principio la perseverancia, el cansancio de acudir
todos los días de sacar agua del pozo y no encontrarla, por tanto lo que se
necesita es una “determinada
determinación”, pero no de algo trascendente sino de este ir todos los días a
encontrarse “con quien sabemos nos ama”. Al final es la decisión más simple y
elemental que ella nos hace, de ir al encuentro de un amigo que nos está
esperando y al que siempre habrá algo que decirle, siempre habrá algo que
escuchar de él, y para eso, porque también a veces calla, pues habrá que acudir
un día y otro y ahí vendría el consejo de la Santa hablando de la sequedad como un problema
muy concreto de la vida de oración y aun así que para todo la vida le durare
esa sequedad no abandonar a Cristo con la cruz sino que perseverar, como
persevero ella, pues como lo hiciera ella esforzándose a sí misma y esperando
la hora del reloj para irse.
Inseparable
lo que ella hizo, lo que vivió y lo que ella era y en ese sentido tenemos que
decir, que, tanto como santa tenemos que verla como un ser humano como los
demás, llena de unos buenos deseos, como también de dificultades, de
deficiencia, de cobardía. Siempre se ha ponderado el humanismo teresiano y en
ese humanismo se engloba, se trata de acudir de todos aquellos valores
estrictamente humanos desde la afabilidad en el trato, ella ha insistido en el
camino de perfección: “cuanta más santas más conversables”. La santidad no es
algo adusto, no es algo de vivir así arrinconados, ella hablaba de personas
encapotadas, no le gustaba nada, sino de contarse con personas afables. La
santidad hay que vivirla con tanta suavidad, tanta afabilidad, con tanta
naturalidad y esa alegría con la que ella vivía que nace de un bienestar.
(P. Alfonso Ruiz C. ocd)
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