ACTO DE CONSAGRACIÓN
Divino
Niño Jesús de Praga, postrado á vuestros pies me consagro desde hoy á vuestro
santo servicio y os hago entrega de toda mi libertad para que nunca la use sino
para gloria vuestra y salvación de mi alma; de mi memoria á fin de que siempre
recuerde vuestras misericordias y las verdades eternas; de mi entendimiento
para que conozca que sólo Vos podéis hacer feliz á mi corazón; de toda
mi voluntad, sentidos é inclinaciones para que á Vos ame y sirva yo en todos
los actos de mi vida.
Ya que
soy todo vuestro, mi buen Jesús, dadme vuestra bendición y ella me haga digno
de vuestra misericordia en la tierra y de vuestra gloria en el cielo. Amén.
Jesús
amable en los brazos de su Madre.
Cuando
os contemplo, oh Niño Jesús, en brazos de la Santísima y
dulcísima Virgen María, vuestra Madre,
contemplo asimismo á la suprema belleza, á la infinita amabilidad y dulzura.
¡Oh
dulce y muy amable Niño Jesús, vida mía, delicia y amor mío! ¡Oh Jesús, a quien
adoro extasiado en brazos de María! Allí
descansáis, allí; dormís allí, sin aterraros por ellas, escucháis las bárbaras
órdenes de un rey cruel, que quiere haceros morir; allí sin miedo al frío ni al calor, á la
soledad ni al abandono, os dejáis llevar al destierro.
Niño
Jesús de Praga; bendice con amor al alma que en estos momentos lee estas
líneas, y, por último, Divino Niño, perdona y bendice al autor que las ha
escrito. Tengo en mi corazón un deseo, Divino Niño, y es que todas las almas te
amen, todas las familias te veneren, todos los colegios y comunidades te
honren, y todo corazón, al mirarte, digan en los entusiasmos de la devoción más
ardiente:
NIÑO JESÚS DE
PRAGA….
MI CONSUELO ….
MI AMOR……
¡BENDICEME!
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