domingo, 22 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD A TODOS


La fiesta de la Natividad renueva para nosotros los comienzos sagrados de la vida de Jesús, nacido de la Virgen María; y, al adorar el nacimiento de nuestro Salvador, se nos invita a celebrar también nuestro propio nacimiento como cristianos (San León Magno, Sermón 6, sobre la Natividad, 2-3)


Esta navidad el niño nacido en el pesebre de Belén
Llene tu corazón de esperanza amor y alegría y te bendiga este año 2014.

Son los deseos del Consejo Parroquial de San Antonio y la Comunidad de Carmelitas descalzos.

Cochabamba diciembre 2013


ORACIÓN AL NIÑO DE BELÉN
DEL BEATO JUAN XXIII

Dulce Niño de Belén, haz que penetremos con toda el alma en este profundo misterio de la Navidad. Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan, a veces con tanta violencia, y que tú sólo puedes dar. Ayúdales a conocerse mejor y a vivir fraternalmente como hijos del mismo Padre.
Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza. Despierta en su corazón el amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en tu caridad. Y danos a todos tu celeste paz. Amén.
                         
ORACIÓN DE NOCHEVIEJA
Señor, ha pasado un año, con su cortejo de actividades, de trabajos, de idas y venidas. Te lo ofrecemos tal como lo hemos vivido y como Tú lo has visto. Míralo con amor y archívalo en los pliegues de tu misericordia.

Te damos gracias, Señor, por los beneficios que hemos recibido a lo largo de este año. Gracias por las noches tranquilas y por las horas inquietas. Gracias por la salud y la enfermedad. Gracias por la sonrisa amable y por la mano amiga...

Queremos confiarte ahora nuestros deseos de gozo y de paz para el año nuevo que va a comenzar. Señor, bendícenos y concédenos caminar por sendas de paz y de justicia.

También queremos pedirte, Señor, por todos los que han muerto y han ido a tu encuentro en este año que termina, por los que se sienten solos y vacíos en medio del ruido y de las luces de esta Nochevieja, por los enfermos y moribundos, y por todos los que sufren en su cuerpo o en su espíritu...

Haz que todos seamos iluminados con tu Verdad y fortalecidos con tu Vida, y que sepamos descubrir, en lo efímero del tiempo, la esperanza gozosa de tu Eternidad. Amén.

Vos sois, Señor, dueño del tiempo y de la eternidad... Sois dueño de mi vida... Me la habéis conservado durante un año más para que os sirviesese, me santificase, mereciese el cielo... ¿Cómo lo he empleado? ¿Que uso hice del tiempo? ¿Cual ha sido el empleo de vuestras gracias?... ¡Cuanta infidelidad, cuanta ingratitud, cuanto pecado he cometido contra Vos durante este año!... ¡Que locamente me olvidé de lo que verdaderamente me importa, y cuantos días y horas dedicados a bagatelas, intereses terrenos, vanidades, pecados!... Y sin embargo, lo único que me importa es lo único que he olvidado. Medítalo bien, alma mía.

                        

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