La fiesta de la Natividad renueva para nosotros los comienzos
sagrados de la vida de Jesús, nacido de la Virgen María ; y, al
adorar el nacimiento de nuestro Salvador, se nos invita a celebrar también
nuestro propio nacimiento como cristianos (San León Magno, Sermón 6, sobre la Natividad , 2-3)
Esta navidad el niño nacido en el pesebre de Belén
Llene tu corazón de esperanza amor y alegría y te bendiga
este año 2014.
Son los deseos del Consejo Parroquial de San Antonio y la Comunidad de Carmelitas
descalzos.
Cochabamba diciembre 2013
ORACIÓN AL NIÑO DE BELÉN
DEL BEATO JUAN XXIII
Dulce Niño de Belén, haz que penetremos con toda el alma en
este profundo misterio de la
Navidad. Pon en el corazón de los hombres esa paz que buscan,
a veces con tanta violencia, y que tú sólo puedes dar. Ayúdales a conocerse
mejor y a vivir fraternalmente como hijos del mismo Padre.
Descúbreles también tu hermosura, tu santidad y tu pureza.
Despierta en su corazón el amor y la gratitud a tu infinita bondad. Únelos en
tu caridad. Y danos a todos tu celeste paz. Amén.
ORACIÓN DE NOCHEVIEJA
Señor, ha pasado un año, con su cortejo de actividades, de
trabajos, de idas y venidas. Te lo ofrecemos tal como lo hemos vivido y como Tú
lo has visto. Míralo con amor y archívalo en los pliegues de tu misericordia.
Te damos gracias, Señor, por los beneficios que hemos
recibido a lo largo de este año. Gracias por las noches tranquilas y por las
horas inquietas. Gracias por la salud y la enfermedad. Gracias por la sonrisa
amable y por la mano amiga...
Queremos confiarte ahora nuestros deseos de gozo y de paz
para el año nuevo que va a comenzar. Señor, bendícenos y concédenos caminar por
sendas de paz y de justicia.
También queremos pedirte, Señor, por todos los que han
muerto y han ido a tu encuentro en este año que termina, por los que se sienten
solos y vacíos en medio del ruido y de las luces de esta Nochevieja, por los
enfermos y moribundos, y por todos los que sufren en su cuerpo o en su
espíritu...
Haz que todos seamos iluminados con tu Verdad y fortalecidos
con tu Vida, y que sepamos descubrir, en lo efímero del tiempo, la esperanza
gozosa de tu Eternidad. Amén.
Vos sois, Señor, dueño del tiempo y de la eternidad...
Sois dueño de mi vida... Me la habéis conservado durante un año más para que os
sirviesese, me santificase, mereciese el cielo... ¿Cómo lo he empleado? ¿Que
uso hice del tiempo? ¿Cual ha sido el empleo de vuestras gracias?... ¡Cuanta
infidelidad, cuanta ingratitud, cuanto pecado he cometido contra Vos durante este
año!... ¡Que locamente me olvidé de lo que verdaderamente me importa, y cuantos
días y horas dedicados a bagatelas, intereses terrenos, vanidades, pecados!...
Y sin embargo, lo único que me importa es lo único que he olvidado. Medítalo
bien, alma mía.
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