Nombre Dionisio Galende
Palacios
R. P. Fr. Dionisio de Santa
Teresita
Fecha nacimiento *
20-04-1942 Pueblica de Valverde (Zamora)
Fecha defunción + 29/09/2015
Burgos - San José
Nació en Pueblica de
Valverde (prov. de Zamora y diócesis de Astorga) el día 20 de abril del año
1942. Fueron sus padres Dionisio y Delfina, que le educaron cristiana y
piadosamente y favorecieron su vocación religiosa. Ingresó en el Seminario
Teresiano de Valderas (León) y allí realizó sus estudios de Bachillerato
elemental.
Hizo después el noviciado en
Calahorra (Logroño), tomando el hábito de la Orden de Santa Teresa el día 9 de
julio de 1958 y le dieron el nombre religioso de Dionisio de Sta. Teresita. En
el mismo lugar hizo su profesión de votos temporales el día 19 de julio de
1959. Profesó solemnemente en Roma el 15 de octubre de 1964, y en Roma también
fue ordenado sacerdote el 11 de marzo de 1967. Ha vivido 55 años de religioso
carmelita descalzo y 48 de ministerio sacerdotal.
Cursó los estudios de
Filosofía en el Colegio de la Provincia -durante los años 1960-1963- en El
Burgo de Osma, y los de Teología en el Colegio Internacional y en el
'Teresianum' de Roma, desde el 1963 hasta el 1968.
Una vez terminada su carrera
sacerdotal con la licencia en Teología, fue destinado al Colegio 'San Juan de
la Cruz', de León, en donde permaneció como profesor hasta el año 1973. Allí
también saca en ese tiempo un diploma en Sociología en la Escuela Social de
León.
En este año de 1973 fue
destinado al convento de Gijón, en donde trabajó ocho años con intensa entrega
y muy activamente en el apostolado como vicario parroquial, consagrado de
manera particular al apostolado de la juventud, fundando el grupo juvenil
“Sugiere”.
En 1982 le nombran superior
del Colegio Teresiano y del Seminario El Carmelo de Armunia en León. Solo dos
años permaneció en esa labor.
En agosto de 1984 ya parte
para Bolivia; desprendido y generoso, se adapta pronto al nuevo país y a sus
circunstancias sociales y pastorales.
Los Religiosos de Bolivia le
recordaban estos días y nos decían:
“El Padre Dionisio estuvo en
Bolivia desde 1984 hasta el año 2001. En este tiempo podemos recordar que
desempeñó los siguientes servicios: Fue Párroco de San Antonio (Cochabamba)
desde 1993 al 1999. Donde se dedicó de lleno y con mucho entusiasmo al servicio
parroquial. Fue también profesor en el Instituto Superior de Estudios de
Teología (ISET) de las materias de
Trinidad, Escatología, Antropología Teológica, Mariología… En ese tiempo
también tuvo el cargo de asesor de la federación de monjas carmelitas del 1987
al 1992. Él fue quien ayudó a la
adjudicación del convento de Queru Queru a nuestra delegación, casa que tanto y
tan bien nos ha servido para la formación de las nuevas generaciones de
religiosos bolivianos. Directamente se ocupó, como formador, de los estudiantes
entre 1985 y 1987. Creó grupos de oración teresiana, y se dedicó a los
catequistas, a los jóvenes y a los niños con mucho empeño. Impulsó la parroquia
San Antonio con su trabajo con los comerciantes mediante celebraciones y
bendiciones en sus lugares de trabajo.
En resumidas cuentas podemos
agradecer los servicios que desempeñó en Bolivia, especialmente en sus años de
Cochabamba, donde la gente lo valoró y aceptó muy bien y en su cambio de
destino lo extrañó.
Cuando aquejado de dolencias
en Burgos le manifestábamos muchas veces nuestro agradecimiento, percibimos el
amor que tuvo por esta tierra cochabambina. Descanse en Paz de sus trabajos y
sus dolencias e interceda por las vocaciones al Carmelo boliviano”.
Durante estos quince años en
Bolivia desarrolla su trabajo y también va gastando su vida y su salud en esas
labores pastorales y formativas. En 1993 tiene la oportunidad de participar en
un curso en el Monte Carmelo y Tierra Santa. Guardará buenos recuerdos,
mientras pudo, de aquella experiencia.
En el año 2001 comienzan a
manifestársele síntomas imprecisos de enfermedad y senilidad precoz. Los
superiores le destinan a la enfermería de Burgos y desde ese año hasta éste de
2015 su vida ha sido un continuo y progresivo despojo de facultades y de
potencias corporales y mentales.
Su presencia silenciosa
entre nosotros ha supuesto un profundo y fuerte enfrentamiento con el enigma de
la vida y con la misteriosa voluntad de Dios que la gobierna y la lleva a donde
no sabemos por donde no sabemos. Un contacto cotidiano con el misterio de donde
procedemos y al que nos dirigimos. La noche oscura, la pobreza, la obediencia,
el silencio que profesamos los religiosos, la purificación pasiva de la que
hablamos, han tenido en él un elocuentísimo testimonio, a pesar de que hace
tiempo Dionisio había entrado en el silencio.
En estos últimos años sus
facultades han ido mermando y al fin ha quedado encomendado por entero al
cuidado de los hermanos y cuidadoras que con delicadeza y constancia han sostenido
su frágil vida.
Se agravó su estado el
pasado día 18 de agosto y desde entonces ha necesitado de asistencia
hospitalaria.
Agradecemos a los que le han
cuidado en esta larga enfermedad, especialmente al H. Jesús y a todas las
cuidadoras. Y os agradecemos a todos la presencia y vuestra oración aquí en
este día de Santa Teresita, su patrona.
Agradecemos sobre todo a
Dios que nos ha puesto al lado un hermano y un sacerdote del que tanto hemos
recibido y aprendido. Que en el cielo le veamos.
Burgos octubre 2015
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