EL TEXTO “LA BATALLA EN LA COLINA DE SAN SEBASTIáN. ENSAYO RELIGIOSO
ANTROPOLóGICO” ANALIZA LA RELACIóN ENTRE LA IGLESIA CATóLICA Y LOS
MOVIMIENTOS EMANCIPATORIOS. ASí TAMBIéN SUGIERE QUE LA OSAMENTA
ENCONTRADA EN EL TEMPLO SAN ANTONIO EN 2006 SERíA DE PROTAGONISTAS DEL
27 DE MAYO DE 1812
Fr. Armando R. Sejas E.ocd
Este ensayo presenta
la relación entre la Iglesia Católica y los movimientos emancipadores
que han confluido en la llamada batalla de San Sebastián del año 1812.
Por un lado, está la postura oficial e institucional de la Iglesia que
mantenía y hacía posible que el conflicto en las colonias españolas no
rompa la unidad entre el Rey y el Papa, en desmedro de sus relaciones
con otros reinos de Europa que pudieran dar pie a conflictos mucho más
complejos y destructivos. Por otra parte, está el clero y los
religiosos que toman posturas en cercanía a la realidad que les toca
vivir y enfrentar, comprendiendo que los aires de independencia que
circulaban no podían ser frenados o interrumpidos por razones, sean
políticas o diplomáticas, como en las que se movía la Iglesia
institucional que antes citábamos.
Además, se da referencia al
hallazgo osteológico de la zona de la batalla que, concretamente, se
suscitó en la iglesia de San Antonio, convirtiéndose en una muestra
del sentimiento patriótico y religioso por preservar nuestra historia.
(...)
HUESOS En la Iglesia de San Antonio, el 29 de abril de
2006, fueron hallados los restos óseos humanos de aproximadamente 54
individuos descubiertos en el subsuelo del templo de San Antonio, cuando
se realizaban los trabajos de reconstrucción del sistema de drenaje y
ventilación del piso y del zócalo. Los hallazgos se suscitaron en
varios sectores del templo, de los cuales algunos esqueletos estaban
completos. Fueron hallados a un metro de profundidad, aproximadamente,
altura que fue excavada para tratar de solucionar el problema de
desnivel de los pisos que existía en el lugar.
Los restos fueron
encontrados en posición horizontal, en distintas regiones de la parte
que corresponde a la edificación del templo, emplazado sobre un área
de enterramiento de 400 metros. Con ellos, no se encontró ningún otro
tipo de objeto ni restos de posibles piezas de vestuario u otros
elementos que den mayores indicios de la data o contexto
histórico-cultural.
Es comprensible que no exista la
documentación suficiente ni los archivos accesibles para esta parte de
la historia de nuestra región, desconocemos dónde fueron a terminar los
fondos documentales, puesto que la historiografía en relación a la
batalla de la Coronilla es escasa.
La acción de los patriotas
estaba enmarcada en una profunda convicción católica expresada en la
devoción a la Virgen de la Merced en la ermita de San Sebastián. El
Clero o Iglesia institucional se sentía parte del movimiento emancipador
e hizo todos los esfuerzos para poder conseguir capitulaciones que
eviten el derramamiento de sangre de manera innecesaria, arguyendo que
toda vida es valiosa y toda pérdida irreparable.
La propiedad
donde se construyó la Iglesia San Antonio data del año 1610 y está
registrada como hacienda Ejidos de la Villa a nombre de Joan Mariscal
Ocampo, propiedad que data de la época colonial. Parte de la hacienda
comprendía la colina San Sebastián y el actual cementerio general, lo
que confirma que los caídos en la batalla de 1812 fueron enterrados en
el lugar de la batalla según usanza de la época.
La zona de la
Coronilla, hoy San Antonio, se caracterizó como zona rural y conformada
por carniceros, vivanderos y comerciantes desde sus remotos orígenes, a
quienes hoy las representan las Hijas del Pueblo.
Parte de los
restos óseos hallados en la Iglesia, por el tipo de lesiones que
presentan, pertenecen a los caídos en las batallas de 1812, entendiendo
la forma y el lugar en la que se llevó a cabo la batalla, el suelo de la
iglesia actual comprendía parte de donde se dio la revuelta según
consta el mapa de la batalla del 27 de mayo de 1812. Dicha batalla
alcanza un área muy extensa de la que hoy se conoce como la colina de la
Coronilla.
En varias osamentas se puede reconocer los rasgos
femeninos que coinciden con los testimonios que dicen que eran mujeres
las que combatieron en esta batalla.
Al no tener documentación
que certifique dónde quedaron los cadáveres, tan solo los signos de
violencia a través de las lesiones que se han descubierto en las piezas
óseas, y por la opinión de historiadores contemporáneos, se puede
aseverar que son insigne huella y testimonio de la historia de
Cochabamba.
Muchos historiadores y cronistas contemporáneos
sugieren de reconstruir la ermita de San Sebastián en el lugar que
ocupaba antes como centro donde se irradia los primeros ideales de los
patriotas por defender la tierra y expresar su fe religiosa.
No
se puede entender esta etapa de la historia sin un profundo respeto a
los valores tan altos por la libertad y por el sentimiento religioso,
los que les lleva a entregarse de lleno a una causa patriota y sagrada.
*Los
fragmentos de este ensayo hacen parte del libro “Heroínas de la
Coronilla 1812-2012”, editado en 2013 por la Alcaldía de Cochabamba
OPINION 2014
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