Queridos amigos del Carmelo de Bolivia
Ahora
puedo sacar un espacio de tiempo para comunicarme con ustedes con un
poco más de calma y serenidad y expresarles lo unida que he estado y
sigo con motivo de la partida a la casa del Padre de nuestro querido
Linton. Luchó tanto durante más de dos meses por su vida que estaba
segura que saldría adelante, pero el Señor, Dios de la vida tenía otros
caminos, Linton estaba maduro y preparado para el encuentro con él y
recibir su merecido premio por todo el bien que hizo, su entrega
incondicional, su vocación de servicio, su alegría, el no medir el
tiempo, el encontrar alternativas y respuestas a lo impensable, el estar
pendiente de sus hermanos y de los más pobres, su aporte al patrimonio
cultural de Cbba, su amor a Santa Teresa y a la orden carmelitana, etc
etc, El ya goza de Dios a plenitud y nos ha dejado sus enseñanzas, pero
cuesta aceptar aunque la fe es fuerte, pero también es una pérdida para
nuestra iglesia, para la orden carmelitana y para todos los que lo hemos
querido y nos hemos cruzado en su vida, pero en medio del dolor,
también ha sido gratificante el reconocimiento del pueblo de su labor y
su persona, lo mucho que lo querían y como culmen de todo, la
eucaristía tan entrañable, con textos preciosos y profundos, preparados
por su comunidad y trasmitida por las redes sociales con muchísimos
seguidores con motivo de su entierro en la cripta de San Antonio.
Personalmente
y como institución Teresiana nos hemos comprometido a pedir que el
Señor envíe más obreros a la mies, más"Lintons" a la orden carmelitana,
para que haya más jóvenes que sepan decirle si a Dios para siempre y que
comprendan que como Linton, vale la pena gastar la vida por el Reino.
Un abrazo, fuerte, fuerte y entrañable. Los quiero mucho. Ruth Riscowsky
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