“¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho…?”
(Sal. 16,12)
Se hizo la pregunta el salmista y la repite, abrumado de
tanta gracia, el P. Linton.
Y no es para menos, ya que sus bodas de Plata
sacerdotales parecen doradas, por tanta vida vivida.
25 años sacerdotales, que saben del Pan partido, de
Absoluciones en el secreto del confesionario y de Bendiciones en tantos
lugares; celebraciones festivas y liturgia con sabor a Navidad y Semana Santa y
San Antonio. Le conocen “La
Cancha ” y mil rincones de Cochabamba, ciudad y departamento…
Chilichi…
Debido a su empeño, la Iglesia de San Antonio luce su remodelación, así
como el templo monumental de Santa Teresa, donde prolonga su esfuerzo por hacer
del antiguo monasterio un Centro espiritual y cultural.
Mucho amor carmelita en todo lo suyo: Pastoral
Vocacional, formación, superior… Ha sido y es pionero al interior de la Comunidad de la Delegación , del
Vicariato… y su fiesta de la
Virgen del Carmen en todo su esplendor, sin olvidar al Niño
de Copacabana.
Una vida con infatigable vibración sacerdotal y pasión
carmelita, Lo sabe usted y tantos… Todos por eso, celebramos esta fecha ya tan
nuestra, dándole gracias al Señor, nos unimos a la felicidad de su madre y
hermanos, que siempre han sabido estar a su lado.
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