VVigo, 25 de noviembre de 2019
A todo el Carmelo de Bolivia,
a nuestros hermanos y hermanas en las distintas comunidades de monjas,
religiosas, frailes y laicos: ¡Gracia, paz y fortaleza!
Con el deseo de que llegue hasta vosotros la cercanía, no solo nuestra
oración intensa estos días, sino también nuestro afecto sincero, nuestra
preocupación, y nuestra insistente súplica por la paz del querido pueblo
boliviano. Mis palabras quieren haceros llegar el cariño de todos los hermanos
y hermanas de la Provincia Ibérica, que seguimos las noticias con el corazón en
vilo y la esperanza confiada de que cuanto antes se restaure la tranquilidad y
la convivencia pacífica entre todos los bolivianos.
Quiero que sepáis que estamos orando en las misas, y que la incertidumbre y
la violencia o la amenaza que sufrís es también nuestra inquietud; nos desvela
y nos despierta para ofrecer desde aquí nuestra entrega, en comunión.
Y esto es lo que pedimos sobre todo, que el pueblo boliviano, como el
pueblo español, como todos los pueblos que habitan una misma tierra, podamos
crecer aunando las riquezas propias de cada región, de cada cultura, de cada
pueblo, cada lengua, cada ideología o partido, construyendo, con los matices
propios, que, cuando son verdaderos, dignifican al otro, y le reconocen y
cuidan, no le destruyen. Doy gracias por los matices de cada rincón de Bolivia,
las razas, la estatura, el color de la piel, la manera de entender la vida,
todo lo que nos hace sentirnos orgullosos de nosotros mismos, que solo vale en
la medida en que ayuda a construir con los otros y en comunión.
Solo en la oración perseverante y en la verdadera espiritualidad se llega a
abrazar al Dios que habita en cada ser humano y que se hospeda en cada pueblo
sin distinción; por eso os envío mi abrazo y mi oración, y la de mis hermanos y
hermanas, inclinándome con respeto ante el Dios
que os habita y que nos hace a todos hijos de Dios.
Estamos a vuestro lado, y rezamos unidos para que se abran caminos de
diálogo, de pacificación, de entendimiento. Un fuerte abrazo y una bendición
que os envío y que recibo de vosotros. En comunión.
P.
Miguel Márquez Calle
Superior Provincial.
Carmelitas Descalzos
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